Grandes pechos, amplias caderas, de Mo Yan
Antes de nada, tengo que decir
que esta es mi primera reseña en toda mi vida. Esto es porque los libros que
acostumbro a leer huyen bastante de lo habitual, de lo que uno encuentra por
los blogs literarios. Aun así he decidido lanzarme y compartir mis pareceres
con respecto a las joyitas que tengo en mi estantería.
Grandes pechos, amplias caderas
No, no es el título de la
biografía de Nicki Minaj, aunque sí
que es posible que coincida con una de las
búsquedas más populares en Google.
Grandes pechos, amplias caderas
hace alusión a las características físicas ideales en el cuerpo de una madre
para el correcto desarrollo de un niño. Las amplias caderas guardan relación
con el desarrollo en el interior del útero materno y los pechos con el periodo
de lactancia. En resumen, la novela centra su trama en las tetas en la
figura de la madre, de una madre coraje se podría decir.
¿Qué?
La protagonista es Shangguan Lu,
una madre superviviente en una época de opresión donde la dominación masculina
era evidente. Dará a luz a siete niñas hasta conseguir el deseado hijo varón
que hará perpetuar la estirpe. Esta mujer arriesgará su vida en numerosas
ocasiones para salvar a sus hijos, nietos y seres queridos, sufrirá todo tipo
de tribulaciones que la pondrán en peligro. Todo ello tiene lugar en la cruenta
y caótica sociedad china del siglo XX.
La valentía y el coraje de
Shangguan contrasta con la débil personalidad de su anhelado hijo varón,
Jintong. Este será quien nos narre la historia desde un punto de vista algo
peculiar, pues el chico crece ensimismado e incluso obsesionado con el seno
femenino. De un modo particularmente original, el autor establece una serie de
analogías entre los pechos y la realidad china de la época.
¿Quién?
Con respecto al autor, cabe decir
que Mo Yan nació en la provincia rural de Shandong en 1955, en el seno de una
familia de campesinos. Ha sido reconocido por la Academia sueca como “un
maestro del realismo alucinatorio”, incluso en 2012 le fue concedido el premio
Nobel de Literatura. Algunos lo catalogan como quizá el más valiente escritor
chino contemporáneo.
En la novela Mo Yan plasma, a
través de una heroica saga familiar, la historia de su país durante el siglo
XX, abarcando desde la Rebelión de los Bóxer de 1900 a los años de Mao. Desarrolla
así, con asombrosa destreza literaria, acontecimientos y periodos históricos como
la caída de la dinastía Qing, la invasión japonesa, la Guerra civil o la
Revolución Industrial.
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Que si
quiero o que si tengo?
Cabe decir que compré este libro
con la ilusión de un niño que entra en una tienda de golosinas. Un autor con un
premio nobel de Literatura, una trama que desarrolla la cultura de la Antigua
China y, por si aún me quedaban dudas sobre si comprarlo o no, el título me las
despejó todas. Probablemente el autor jugó con esta especie de clickbait, muy adelantado a su
tiempo. La cuestión es que abrí el libro
como quien abre un huevo Kinder.
Al principio la lectura se me
hizo muy fluida, quedé absorto con la trama desde el primer capítulo. Tanto el
carácter como el modo de actuar de Shangguan, la madre, hicieron que me
enganchara y que simpatizara con ella enseguida. Sin embargo, por otro lado, me
fue imposible sentir ningún tipo de simpatía hacia Jintong, el hijo varón. Esto
me puso las cosas difíciles a la hora de continuar con la lectura, pues es él
quien narra la historia y quien comienza a cobrar protagonismo conforme esta
avanza.
Uno de los aspectos que más
valoré en el modo en que la novela esta escrita, es la capacidad del autor para
trasladarte a la realidad de aquella época. Mo Yan me incitó a buscar más
información sobre determinados acontecimientos que se tratan en el libro, lo
cual habría hecho que mis antiguos profesores de historia se sintieran
orgullosos. Aprendí una barbaridad, entendí algunos aspectos y acciones de
personajes narrados en el libro gracias al contexto en que sucedían. Este
hecho, que el autor me obligue a hacer inferencias en la lectura (“leer más
allá”), es algo que aprecio exageradamente y que me hace exaltar la gran labor
del autor.
Finalmente, no puedo irme de aquí
sin dedicar unas líneas al título de la obra. Los pechos juegan un papel
crucial en la novela, no tanto como algo sexual, sino como lo que representan y
como metáfora. Sin embargo, no hay un solo capítulo en el que no se mencione el
seno femenino (y no como si pasaran por allí), lo cual llegó a cansarme (¡y ya
es decir!). Dejadme que os escriba un fragmento de la novela en que Jintong
describe con asombrosa precisión los pechos de su madre.
.|.|.
Las primeras señales de que una mujer está envejeciendo aparecen en los
pechos y van avanzando desde los pezones hacia atrás. […] los rosados pezones
de Madre, que siempre se habían mantenido juguetonamente erguidos, se
inclinaron hacia abajo, como las espigas de grano cuando están maduras. Al
mismo tiempo, el rosa se volvió rojo dátil. Durante esos días su producción de
leche decayó, y ya no era ni de cerca tan fresca ni tan oliente ni tan dulce
como siempre había sido. De hecho, esa leche, que ahora era anémica, sabía un
poco a madera podrida. […] las profundas arrugas que habían aparecido en la
base de cada pezón, como pliegues en las páginas de un libro, seguían siendo perturbadoras;
desde luego ahora se habían suavizado, pero a pesar de todo quedaba un trazo
indeleble de su declive.
.|.|.
Leer estas líneas literalmente
puede echarte para atrás, especialmente cuando este extracto pertenece a la
mitad del libro y ya has leído probablemente un total de treinta páginas
dedicadas exclusivamente a los pechos. Pero entendido como una alegoría, se
infiere cómo el autor describe el declive de la sociedad china a través del
seno femenino.
En resumen, es un libro muy
complejo, plagado de alusiones históricas cuyo conocimiento se hace a veces
necesario para comprender la narración. Yo lo he encontrado muy poético.
Os recomiendo muy sinceramente
que le deis una oportunidad si os llama. No voy a engañaros, la lectura no va a
ser fácil, os plantearéis abandonarlo en varias ocasiones y, si no leéis entre
líneas, probablemente se os escapen muchas cosas. Pero aun así, merece la pena
intentarlo. Si ya lo habéis leído o si pensáis lanzaros a hacerlo, me
encantaría conocer vuestras opiniones.